CESM quiere evitar la quiebra del SNS y sale en defensa de la sanidad pública

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“El médico es la garantía del SNS”, con este lema la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), ha celebrado su XII Congreso en A Coruña con el objetivo de que sea el profesional el eje central de la necesaria recuperación del sistema público, después de acusar a políticos y gestores sanitarios de su deterioro.

Francisco Miralles, secretario general de CESM ha declarado que “instamos a los gobiernos a que hagan convocatorias periódicas en las que saquen todas las plazas. Deben ser homogéneas en todo el territorio y hace falta que la movilidad se garantice entre todos los territorios”, porque ha insistido, como otras veces, que es esencial que la sanidad tenga una “financiación finalista“, es decir, que sea el Estado quien determine las partidas económicas para la sanidad, sin que intervengan los gobiernos autonómicos, porque redundará en una “gestión pública sin ánimo de lucro y equitativa”.

El problema del estado actual de la sanidad está determinado por los recortes de estos últimos años en los que se ha perdido la oportunidad de racionalizar estructuras, modernizar material y equipos, y equiparar salarios y condiciones laborales con Europa cuando era posible hacerlo, antes del inicio de la crisis. Desde CESM, además, se recuerda que los presupuestos para sanidad se han recortado en 8.000 millones desde 2010, que la ha dejado una situación desesperada en términos financieros, máxime si se tiene en cuenta que el porcentaje de PIB del que se partía en ese año (6,5%) ya se encontraba 3 puntos por debajo de la media que invierten los países europeos con los que habitualmente nos comparamos.

Los recortes que se producen como consecuencia de la presión de la Unión Europea se están traduciendo en abultadas y crecientes listas de espera porque hay menos recursos humanos y técnicos para atender debidamente a los ciudadanos.

Los objetivos de CESM se sintetizan en:

Una sanidad con gestión pública y con presupuestos suficientes para garantizar el derecho de todos los ciudadanos a recibir una asistencia de calidad.
Un nuevo modelo de financiación de acuerdo con los principios de cohesión territorial, igualdad y equidad en el acceso a las prestaciones.
Un órgano auténtico de gobierno que vertebre a los 17 servicios autonómicos de salud, facultad ésta que corresponde por ley al Consejo Interterritorial pero que hasta ahora se abstenido de ejercer.
Mejorar la eficiencia del SNS mediante un plan de reformas que contemple la reducción al mínimo de la burocracia, la coordinación entre los niveles de atención primaria y especializada, y la adecuada planificación de los recursos humanos y técnicos.
Definir una cartera común de prestaciones para todo el país.
Tarjeta sanitaria individual común para todo el SNS, en la que debería estar incorporada el historial de cada paciente.
Garantizar la libre movilidad de pacientes y profesionales.

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