Unos mails demuestran la mala gestión de la Xunta de Galicia con los enfermos de Hepatitis C

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FÉLIX RUIBAL, RECONOCE LA MALA GESTIÓN & EL TRUCO FEIJOO

 

La Xunta de Galicia defiende que actuó correctamente con los enfermos de Hepatitis C y que no hubo retrasos al darles la medicación. Sin embargo, la plataforma de afectados demuestra que sí los hubo, al menos en algún caso. El director de la Sanidad Gallega reconoció a una enferma por email que no le dieron tratamiento porque habían perdido su expediente.

Una paciente de hepatitis se pone en contacto directo con Félix Ruibal, entonces director general de Asistencia Sanitaria. «No tengo recibido a día de hoy ninguna comunicación de la administración de los medicamentos solicitados con fecha del 28 de octubre de 2014 por mi hepatólogo. Hoy, 20 de enero de 2015 mi hepatólogo me informó de la pérdida de la solicitud realizada y de la necesidad de realizar una nueva», escribía en el correo.

Según los mails que aporta la Plataforma contra la Hepatitis C, el entonces director general de Asistencia Sanitaria reconoce la mala gestión. «Debo pedirle disculpas por lo sucedido en su caso por mucho que esta sea una situación excepcional en una institución como el SERGAS. Efectivamente coincido con usted en la necesidad de que no se vuelva a repetir», respondió Félix Ruibal.

Pérdidas de expedientes y retrasos en los tratamientos que la Xunta sigue sin reconocer. «Ya le dije cuál es la postura de la Xunta y es defender la verdad y la verdad es que se actuó correctamente», señala Alfonso Rueda, vicepresidente de la Xunta de Galicia.

Además, médicos del equipo de servicio de trasplantes del Hospital de Santiago han asegurado a laSexta que los nuevos fármacos llegaron a Galicia con más de siete meses de retraso desde la aprobación del plan nacional.

El truco Feijóo

El mismo día que la Fiscalía denunciaba a dos altos cargos de su administración por homicidio, como consecuencia de la muerte de siete enfermos de hepatitis C a quienes se le retrasó el tratamiento por motivos presupuestarios pese a los avisos de sus médicos, el presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, comparecía donde más le gusta, en Madrid, para revelarnos que se quedaba en política para luchar contra Podemos… Aleluya. Estamos salvados.

Galicia ha perdido un 25% de su capacidad de gasto -18.000 millones- y soporta hoy el triple de deuda que cuando Feijóo gana las elecciones en 2009. Uno de los mayores misterios de su gestión reside en averiguar en qué se gasta ese incremento de deuda un presidente que presume precisamente de no gastar.  Seguro que no la invierte en reactivar una economía donde el paro ha crecido veinte puntos por encima de la media del estado español, o en reflotar unas cajas gallegas que apadrinaba como gran grupo financiero nacional y acabaron emigrando a Venezuela.

Curiosamente tanta austeridad no ha impedido que un grupo de empresas privadas se haga de oro con el negocio de un hospital en Vigo que ha costado el doble de cuanto habría costado si fuera únicamente público; todo para que impute en las cuentas de la Xunta y no le estropee al Presidente su imagen de campeador del déficit.

A esto se reduce la supuesta gran capacidad de gestión de Núñez Feijóo que tanto asombra al mundo: negar derechos y prestaciones, reducir servicios, bajar el sueldo a los trabajadores públicos y echar gente a la calle. No hay magia ni buena gestión que mejore los ingresos y los recursos. Sólo el viejo truco de hacer pagar a los demás las amargas consecuencias de tus grandes éxitos.

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