El XII Congreso de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) ha concluido hoy con la exigencia de los facultativos de cotizar por su jornada complementaria obligatoria, que en la actualidad hace que treinta años de su trabajo equivalgan a 45 en otras profesiones.
Tras la cita celebrada ayer viernes y este sábado en un hotel de A Coruña, el secretario general, Francisco Miralles, ha explicado, en declaraciones a EFE, las principales conclusiones a las que se ha llegado por consenso.
Las dieciséis ponencias planteadas han sido «aprobadas» y una de las ideas principales es que «los sindicatos confederados en la CESM se comprometen a ir a las elecciones sindicales como CESM» para «potenciar una imagen corporativa» de un grupo que tiene «unas líneas de actuación comunes que unen a todos los médicos».
De cara a la Administración, han acordado pedir la recuperación de «todas las cuestiones importantes», como las relativas al capítulo de personal.
«Instamos a los gobiernos a que hagan convocatorias periódicas en las que saquen todas las plazas. Deben ser homogéneas en todo el territorio y hace falta que la movilidad se garantice entre todos los territorios», ha continuado.
Considera fundamental que el dinero aportado por el Estado a las comunidades autónomas se trate de una «financiación finalista» para la sanidad sin dar la posibilidad de que los gobiernos regionales «determinen las partidas», pues cree que eso redundará en una «gestión pública sin ánimo de lucro y equitativa».
Una de las principales reclamaciones es la «flexibilidad» que debe tener la Seguridad Social cuando computa la «jornada ordinaria y la jornada complementaria obligatoria», pues la segunda «no se tiene en cuenta a la hora de cotizar de cara a la jubilación» y supone el cincuenta por ciento de la primera.
En ese sentido, José María Escudeiro, presidente de CESM-Galicia, detalla que para un médico «treinta años de trabajo son como 45 en otras profesiones» y, por lo tanto, aboga por que se corrija.
Escudeiro defiende que no haya «un distinto tipo de asistencia según la comunidad autónoma de cada paciente» ni que sean las comunidades las que decidan qué cantidad aportan a la sanidad pública.
Recuerda que la situación actual de «precariedad laboral» no afecta «solo al médico, sino que afecta fundamentalmente al paciente», quien «no tiene garantía de que el profesional vaya a estar centrado al cien por cien en su caso» por el elevado número de horas trabajadas sin descanso.
Cándido Andión, presidente del comité organizador del Congreso, ha recordado que como «Sistema Nacional de Salud» debe existir «cierta armonía» entre las comunidades y «no tanta discrecionalidad» como la que sostiene que hay en la actualidad.