Galaria: chiringuito del SERGAS

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Algunas veces el SERGAS y sus chiringuitos oscilan entre una esquela y una agencia de colocación «peculiar». Por aquello de maridos, primos, hijos de primos, tíos, sobrinos y añadidos en puertas giratorias, sólo faltaba que apareciese algún hermano en agencias contratadas para evaluar lo que queremos y como queremos. No es más que seguir viejas prácticas

Ahora tenemos nueva movida en el que parece ser el campo de experimentación de todas las ocurrencias neoliberales para acabar con la Sanidad Pública. Justificándose en prácticas y maneras que incluso la UE ha puesto en cuarentena.

Sabemos que la administración pretenderá un enfrentamiento de unos facultativos contra otros mientras los que se lo llevan crudo se hacen los locos. Somos conscientes de que en Galaria hay compañeros que aprobaron una oposición y cumplen escrupulosamente con sus obligaciones, sus derechos y honorabilidad serán defendidos por nosotros con uñas y dientes. Pero no pueden ser utilizados como rehenes para mantener los privilegios de unos cuantos y unas dudosas maneras de proceder.

La solución de este «conflicto» es clara y meridiana. Hagan una integración orgánica en el SERGAS para que haya un Servicio de Radiología normal. Eliminen todos los chiringuitos que prometieron eliminar cuando se las vieron crudas y que todavía mantienen, no vaya a pasar como cuando prometieron que iban a disminuir el número de cargos públicos, diputados incluídos. Todo el personal con los mismos derechos y obligaciones y se ahorran además directivos, ¿O es eso precisamente lo que pretenden evitar?